Juan Díaz Porlier, grabado de J.Cuevas |
Juan Díaz Porlier fue un general español nacido en Cartagena de Indias en el año 1788. Inicialmente ingresó
en la armada, participando en varias acciones en el Caribe y en la batalla de Trafalgar (1805), con tan solo diecisiete años. En 1808, integrado en el Cuerpo de Caballería, alcanzó el grado de coronel. Por aquel entonces formaba parte del Ejército de Extremadura.
Su papel durante la Guerra de la Independencia resultó clave. Tras observar derrotas del ejército regular, tales como la de Espinosa de los Monteros, el joven Porlier decidió pasar a oponer resistencia al ejército francés a través de la acción guerrillera. De este modo, contactó con la Junta del Principado de Asturias para organizar este tipo de lucha en el territorio asturiano dirigiendo una partida de compatriotas, la mayoría antiguos soldados que, como él, decidieron abandonar las acciones regulares. Y lo hizo con tal eficacia que pronto adquirió notable fama, pasando a ser apodado como El Marquesito, debido a que muchos, al parecer inducidos por él mismo, lo consideraban sobrino de Pedro Caro y Sureda, el famoso Marqués de la Romana.
Fue especialmente intensa su actuación en tierras asturianas. El Marquesito supo sacar partido de las excelentes condiciones que otorgaba a la guerrilla la geografía asturiana, causando verdaderos quebraderos de cabeza a las tropas del general Bonet. De su estancia en Asturias, destacan las acciones de su partida guerrillera en la llamada "Línea del Nalón", cuando los franceses ocupaban Oviedo y pretendían avanzar hacia el occidente asturiano; y sus luchas en el alto de El Fresno.
Más tarde fue ascendido a general e intervino en las batallas de Vitoria, San Marcial y Tolosa. Sus méritos le valieron un nuevo ascenso, esta vez a mariscal de campo, así como la capitanía general de La Coruña, en agosto de 1813. Durante el exilio del infame rey Fernando VII, Porlier se identificó con el espíritu liberal reinante bajo la Constitución de 1812. Sin embargo, el retorno del monarca y la reacción absolutista del Manifiesto de los Persas supuso su persecución, junto a otros muchos liberales, siendo encarcelado en el castillo de San Antón (La Coruña) tras un intento frustrado de levantamiento. Finalmente, el 23 de octubre de 1815, y tras huir de su confinamiento, Porlier fue ejecutado por pronunciarse a favor de la Constitución de 1812.
FUENTES
PERAL, D.: "Los orígenes de la Revolución liberal en el Principado (1808-1833)" en BENITO, E. (dir.): Historia de Asturias. Tomo 8. Gijón, Ayalga, 1977
RODRÍGUEZ, J.: La Guerra de la Independencia, los asturianos en el levantamiento contra Napoleón y en la revolución liberal. Oviedo. Editorial Prensa Asturiana, 2009.
El tesoro de Oviedo
Su papel durante la Guerra de la Independencia resultó clave. Tras observar derrotas del ejército regular, tales como la de Espinosa de los Monteros, el joven Porlier decidió pasar a oponer resistencia al ejército francés a través de la acción guerrillera. De este modo, contactó con la Junta del Principado de Asturias para organizar este tipo de lucha en el territorio asturiano dirigiendo una partida de compatriotas, la mayoría antiguos soldados que, como él, decidieron abandonar las acciones regulares. Y lo hizo con tal eficacia que pronto adquirió notable fama, pasando a ser apodado como El Marquesito, debido a que muchos, al parecer inducidos por él mismo, lo consideraban sobrino de Pedro Caro y Sureda, el famoso Marqués de la Romana.
Fue especialmente intensa su actuación en tierras asturianas. El Marquesito supo sacar partido de las excelentes condiciones que otorgaba a la guerrilla la geografía asturiana, causando verdaderos quebraderos de cabeza a las tropas del general Bonet. De su estancia en Asturias, destacan las acciones de su partida guerrillera en la llamada "Línea del Nalón", cuando los franceses ocupaban Oviedo y pretendían avanzar hacia el occidente asturiano; y sus luchas en el alto de El Fresno.
Más tarde fue ascendido a general e intervino en las batallas de Vitoria, San Marcial y Tolosa. Sus méritos le valieron un nuevo ascenso, esta vez a mariscal de campo, así como la capitanía general de La Coruña, en agosto de 1813. Durante el exilio del infame rey Fernando VII, Porlier se identificó con el espíritu liberal reinante bajo la Constitución de 1812. Sin embargo, el retorno del monarca y la reacción absolutista del Manifiesto de los Persas supuso su persecución, junto a otros muchos liberales, siendo encarcelado en el castillo de San Antón (La Coruña) tras un intento frustrado de levantamiento. Finalmente, el 23 de octubre de 1815, y tras huir de su confinamiento, Porlier fue ejecutado por pronunciarse a favor de la Constitución de 1812.
FUENTES
PERAL, D.: "Los orígenes de la Revolución liberal en el Principado (1808-1833)" en BENITO, E. (dir.): Historia de Asturias. Tomo 8. Gijón, Ayalga, 1977
RODRÍGUEZ, J.: La Guerra de la Independencia, los asturianos en el levantamiento contra Napoleón y en la revolución liberal. Oviedo. Editorial Prensa Asturiana, 2009.
El tesoro de Oviedo
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