La degradación de Dreyfus |
1894. La degradación y destierro del capitán Alfred Dreyfus fue uno de los mayores fiascos de la justicia francesa de su Historia Contemporánea. En aquella época, las relaciones entre Francia y Alemania no eran buenas, lo que llevó a la contrainteligencia francesa -dirigida por el coronel Sandherr- a establecer una estrecha vigilancia de la embajada alemana. Fue así como llegaron a manos de Sandherr unos planos de fortificaciones francesas hallados en el despacho del agregado militar alemán. Era evidente que había un traidor en el ejército francés.
Poco más tarde, el segundo de Sandherr, el mayor Henry, recibió un manuscrito en el cual se clasificaba toda la información vendida a los alemanes y entre las nóminas del mismo aparecía Alfred Dreyfus, un oficial que, por el hecho de ser judío, fue utilizado como cabeza de turco. De cinco expertos en caligrafía que examinaron los documentos, tres afirmaron que habían sido escritos por Dreyfus. Tras varios días de vagas acusaciones, una orden del Ministerio de Guerra inculpaba a Dreyfus. El 5 de enero de 1895, el tribunal militar le halló culpable, condenándolo a cadena perpetua. Dos semanas más tarde, era enviado a la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa.
En 1896 aparecieron nuevas evidencias procedentes de la embajada alemana: una carta que no llegó a enviarse destinada al mayor Ferdinand Walsin Esterhazy. Las sospechas de Picquart -sustituto de Sandherr al frente de la contrainteligencia- cayeron sobre Esterhazy, pero el alto mando francés trató de bloquear la cuestión. Las novedades del caso fueron filtradas a la prensa, causando gran revuelo y llevando, en enero de 1898, a la aparición en el diario L'Aurore de la famosa carta "Yo Acuso" de Émile Zola al presidente de la república, donde condenaba la actuación de varios oficiales y los tres expertos en caligrafía. Zola fue juzgado y sentenciado a un año de prisión, y Picquart expulsado del ejército por la filtración del caso. El clima de indignación entre la sociedad francesa llevó al interrogatorio del mayor Henry, quien reconoció haber falsificado las pruebas. Esterhazy huyó a Londres.
En 1899 se reabrió el caso, celebrando un nuevo juicio en el que la altiva corte marcial condenó nuevamente a Dreyfus, esta vez a diez años más de confinamiento. La nueva denuncia de Zola hizo que, diez días más tarde, el Ministro de Guerra indultase a Dreyfus por motivos de salud. En 1906 fue readmitido en el ejército y nombrado caballero de la Legión de Honor.
Poco más tarde, el segundo de Sandherr, el mayor Henry, recibió un manuscrito en el cual se clasificaba toda la información vendida a los alemanes y entre las nóminas del mismo aparecía Alfred Dreyfus, un oficial que, por el hecho de ser judío, fue utilizado como cabeza de turco. De cinco expertos en caligrafía que examinaron los documentos, tres afirmaron que habían sido escritos por Dreyfus. Tras varios días de vagas acusaciones, una orden del Ministerio de Guerra inculpaba a Dreyfus. El 5 de enero de 1895, el tribunal militar le halló culpable, condenándolo a cadena perpetua. Dos semanas más tarde, era enviado a la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa.
En 1896 aparecieron nuevas evidencias procedentes de la embajada alemana: una carta que no llegó a enviarse destinada al mayor Ferdinand Walsin Esterhazy. Las sospechas de Picquart -sustituto de Sandherr al frente de la contrainteligencia- cayeron sobre Esterhazy, pero el alto mando francés trató de bloquear la cuestión. Las novedades del caso fueron filtradas a la prensa, causando gran revuelo y llevando, en enero de 1898, a la aparición en el diario L'Aurore de la famosa carta "Yo Acuso" de Émile Zola al presidente de la república, donde condenaba la actuación de varios oficiales y los tres expertos en caligrafía. Zola fue juzgado y sentenciado a un año de prisión, y Picquart expulsado del ejército por la filtración del caso. El clima de indignación entre la sociedad francesa llevó al interrogatorio del mayor Henry, quien reconoció haber falsificado las pruebas. Esterhazy huyó a Londres.
En 1899 se reabrió el caso, celebrando un nuevo juicio en el que la altiva corte marcial condenó nuevamente a Dreyfus, esta vez a diez años más de confinamiento. La nueva denuncia de Zola hizo que, diez días más tarde, el Ministro de Guerra indultase a Dreyfus por motivos de salud. En 1906 fue readmitido en el ejército y nombrado caballero de la Legión de Honor.
FUENTES
ANG, G. (Dir.): Secretos y misterios de la Historia. México. Reader's Digest, 1990.
No hay comentarios:
Publicar un comentario